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El quehacer revolucionario del docente nicaragüense

«Los filibusteros con grandes pérdidas abandonaron todo; el miedo se apoderó de ellos y huyendo a través de las calles, plana de heridos y muertos, se retiraron desordenadamente de Rivas. Se había ganado la primera batalla a los invasores.»

En el artículo primero del Decreto Legislativo No. 692, aprobado el 03 de abril de 1978, se declaró Día del Maestro Nicaragüense el 29 de junio de cada año, para conmemorar la gesta patriótica del Maestro y Héroe Nacional Enmanuel Mongalo y Rubio de 29 de junio de 1855.

Enmanuel Mongalo, joven soñador, maestro de escuela, en un momento angustioso y grave, gritaba con voz de patriotismo que Nicaragua no teme, mientras tenga a sus hijos que la defiendan. La vehemencia y convicción del joven maestro lograron que los hombres de todas las condiciones sociales se presentasen voluntarios a sujetar las armas con decisión persistente.

Mongalo y Rubio «marchó paso a paso, erguido, firme, con la tranquilidad de un espíritu recto, lleno de los sentimientos que anidan en los corazones hidalgos a incendiar el refugio de los filibusteros. Y allí la lumbre se convirtió en llamaradas que se enroscaron en el hoy histórico Mesón, en Rivas».

Lo anterior denota que el héroe comprendió la urgencia de tomar una decisión pronta y enérgica para evitar los estragos que se hacían desde la improvisada fortaleza. Además, logró percibir en los contingentes filibusteros sus costumbres, caracteres de aventureros, despreciadores de indios y mestizos. Por ello, infundió entre sus conciudadanos la voluntad de resistir hasta la muerte antes de pasar al dominio de los invasores.

El actuar de Mongalo ante la defensa de la soberanía nacional no es el único aspecto que se rememora cada 29 de junio, sino también su espíritu patriótico, su capacidad de comprensión respecto a la necesidad urgente de cultivar la mente de los niños nicaragüenses como una acción para servir mejor a la patria.

Por ese motivo, el día del docente en Nicaragua celebra y honra la labor incesante de quienes, de manera vocacional, se encargan de mediar el aprendizaje formal de los ciudadanos, de modo que este pueda ser aplicado en contextos reales y contribuya al desarrollo personal e integral.

Acción transformadora del docente nicaragüense

En Nicaragua, el mejoramiento de la capacidad académica ha requerido de una tarea de toda la comunidad educativa en sus distintos ámbitos, pues evidentemente desde el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), se ha mostrado interés por enfrentar con responsabilidad las demandas y/o necesidades locales, nacionales y regionales. A medida que se han revertido los efectos de las políticas educativas neoliberales, se ha avanzado en cobertura y calidad educativa con equidad y justicia. Precisamente, esto corresponde a la visión de una educación como derecho humano inalienable.

En este sentido, como parte de la secuencialidad y continuidad curricular, el Ministerio de Educación (MINED) y algunas universidades miembros del CNU, como la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua), Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua León (UNAN-León) y Universidad Nacional Agraria (UNA) -por citar algunos-, han estado en una constante búsqueda de renovación e implementación de modelos que permitan gestionar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Esta acción ha surgido ante el reto de que, a partir de la actividad docente, se contribuya al desarrollo de las competencias que los estudiantes requieren para una sociedad del conocimiento que está en constante cambio.

Este aspecto de transformación educativa indica que la labor docente en Nicaragua se ha convertido cada vez más compleja y desafiante. Esto se explica porque el avance del conocimiento y la innovación en los modelos pedagógicos están obligando al ejercicio de más de un rol en la docencia. Es decir, el profesor también actúa como facilitador del aprendizaje, tutor, orientador educativo, diseñador de materiales didácticos, elaborador de instrumentos de evaluación, asesor, mentor o guía de colegas novatos, entre otros.

Ante tal situación los docentes son alentadores y generadores de nuevas y complejas formas de reconocer y reconocerse frente a una exigencia de la competitividad. Esta manera de proceder se contrapone con las políticas neoliberales que generaban un empobrecimiento del oficio docente al no insertarse de manera reflexiva, comprensiva y crítica en esta dinámica.

Fortalecimiento de las competencias docentes con políticas y estrategias educativas implementadas desde el GRUN

«Uno no puede reflexionar acerca de la educación sin hacerlo antes o simultáneamente acerca de esta cosa tan fundamental en el vivir cotidiano como es el proyecto de país en el cual están inmersas nuestras reflexiones sobre educación».

Humberto Maturana

El maestro Salvador Vanegas Guido, asesor de Presidencia de Nicaragua para asuntos de educación, destaca que el nuevo enfoque puesto en el aprendizaje considera la educación como parte sustantiva de los procesos de desarrollo pleno de las potencialidades de los nicaragüenses que transitan por el sistema educativo nacional. Se proyecta que las generaciones actuales de ciudadanos del país egresen siendo mejores seres humanos, producto de una formación integral que abarca todas las dimensiones. Ante ello se ha enfatizado el desarrollo de las aptitudes científicas, metodológicas, evaluativas y humanísticas de los docentes, considerando el contexto actual en el que deben ser mediadores del aprendizaje, lo cual implica mayor compromiso y nivel de adaptación.

Desde la perspectiva de la presidenta del CNU y rectora de la UNAN-Managua, maestra Ramona Rodríguez Pérez, los procesos académicos mediados desde el docente deben lograr la formación de profesionales que fomenten relaciones armoniosas con su entorno inmediato, tomando en cuenta su propio contexto. De tal manera que, sobre la base de principios éticos, propicien el buen vivir y no el vivir bien.

En Nicaragua, se han desarrollado diversos mecanismos orientados a un cambio en las prioridades políticas y de política pública y en las relaciones de poder, construyendo un modelo integral que reduce la pobreza y las desigualdades, teniendo en el centro al Ser Humano, las Familias y las Comunidades. Uno en particular refiere al Plan Nacional de Lucha Contra la Pobreza y Para el Desarrollo Humano 2022-2026 (PNLCP-DH). En este documento se detalla que dicho Plan es un

«modelo integrador, de consenso con todos los sectores, organizaciones y movimientos socioproductivos del país, tiene como finalidad la supervivencia y realización de las familias nicaragüenses, mediante transformaciones estructurales para superar la exclusión y liberar el potencial de desarrollo humano de los pobres.» (p. 20)

Con relación al ámbito educativo, el PNLCP-DH 2022-2026 establece que entre las primeras acciones del GRUN, se encuentra la RESTITUCIÓN DEL DERECHO A LA GRATUIDAD DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA PARA TODOS(AS), EN TODOS LOS NIVELES. De modo que la Educación es uno de los factores esenciales para alcanzar mejores niveles de bienestar social y crecimiento económico. El GRUN ha mantenido desde 2007, en primer orden y de manera incremental, la asignación presupuestaria a la Educación, como parte importante de la política de inversión social del Presupuesto de la República.

De acuerdo con los datos indicados en el PNLCP-DH 2022-2026, a partir del cambio de política educativa, se han logrado avances como aumento de matrícula escolar, porcentaje de aprobación, dignificación de aulas y ambientes escolares, entre otros. En este sentido, el actuar docente se ha fortalecido porque a medida que el país avanza en materia educativa sus competencias se actualizan y perfeccionan. Además, se ha requerido de su labor para cubrir con las demandas de atención a los estudiantes:

«El PERSONAL DOCENTE en 2006 era de 49,771 Maestros (la gran mayoría no estaba en la planilla fiscal, producto de la autonomía escolar), lo que se ha incrementado en 14,688 nuevas plazas (+29.5%); además que se asumió a todo el personal de educación que no estaba en la planilla fiscal.» (PNLCP-DH 2022-2026, p.29)

En Nicaragua también existe un área de profesorado en Educación Técnica y Tecnológica. Su función de mediador en conjunto con los mecanismos impulsados desde el gobierno central aporta a garantizar calidad y amplitud de oportunidades a protagonistas del campo y áreas rurales a través del Programa Nacional de Educación Técnica en el Campo (PNTEC), las Escuelas Municipales de Oficio, los cursos de corta duración y virtuales, así como la articulación y alianzas con agentes locales, sector productivo e instituciones públicas.

El trabajo docente en este ámbito educativo ha estado en correspondencia con la transformación curricular que permitió una oferta educativa pertinente a la demanda de los territorios y sector productivo. Asimismo, el PNCL-DH 2022-2026 indica que se ha instaurado el programa de formación docente a través de la creación del Centro Nacional de Formación Docentes e Instructores de Educación Técnica, de manera que se ha mejorado y rehabilitado el equipamiento e infraestructuras de los Centros de Formación Profesional. De este modo, en el 2020 se logró matricular en los diferentes niveles de educación técnica y capacitación a 302,821 protagonistas, todos becados.

Respecto a la educación pública universitaria, los docentes han sido parte de la garantía del 6% del Presupuesto General de la República, en cumplimiento del mandato establecido en el artículo 125 de la Constitución Política de Nicaragua. Se ha demandado mayor cantidad de maestros para atender los niveles de grado en las universidades, incluyendo el programa emblemático Universidad en el Campo (UNICAM). Según el PNCL-DH 2022-2026, para 2011, la matrícula en las Universidades que conforman el Consejo Nacional de Universidades (CNU), fue de 103,690 estudiantes, incrementándose en 2021 a 171,600 (55.09% mujeres), todos becados.

La disposición del profesorado en las Universidades del CNU permite atender estudiantes de los 153 municipios de la división político-administrativa de Nicaragua, considerado que se cuentan con 10 sedes centrales y 31 Regionales extendidas en todo el país. En términos de atención educativa, la unidad docente de educación superior asume el proceso de mediación pedagógica en 538 carreras de las cuales 217 son de posgrado (PNLCP-DH 2022-2026).

La transformación evolutiva de la educación nicaragüense evidencia la mejora de los métodos de trabajo empleados en la enseñanza media, puesto que estimulan el desarrollo de las aptitudes personales para el autoaprendizaje y las otras formas de participación en el proceso de mediación pedagógica, aspectos indispensables para el trabajo del estudiante en el nivel superior. Este logro se materializa porque desde cualquier subsistema de educación los docentes tienen la capacidad intelectual de valorar su propia práctica, así como establecer una conexión entre su formación y la educación que reciben para intervenir en nuevos procesos.

De igual manera, como parte del aseguramiento de una educación inclusiva, a los maestros se les facilita cursos de Especialización en Trastornos del Lenguaje, con el objetivo de contribuir al desarrollo del aprendizaje de estudiantes con esta condición.

En este sentido, se hace referencia a una educación pertinente, debido a que muestra congruencia con las condiciones y necesidades sociales, con las normas que regulan la convivencia social y con las características concretas de los educandos en sus diversos entornos de interacción. Es preciso mencionar que los agentes educativos también reconocen, valoran y respetan los intereses, tradiciones y cosmovisiones de las comunidades que poseen especificidades de orden social, cultural y/o étnico, formas propias de organización social, métodos ancestrales de producción, lenguajes, maneras particulares de relacionarse con los ecosistemas, de modo que los proyectos educativos que se construyen y ejecutan contemplan siempre una metodología participativa, asimismo, son congruentes y apropiados a estas comunidades.

Los procesos de formación académica desde escuelas, institutos o universidades están vinculados al trabajo incesante del Gobierno por poner fin a la discriminación, la exclusión y la marginación que impidieron a las familias nicaragüenses el ejercicio pleno y universal de sus derechos políticos, sociales, económicos y culturales, como el acceso a créditos, a la salud, la educación, protección social, desarrollo cultural y expresiones artísticas, y acceso al empleo.

El rol que los profesores de Nicaragua desempeñan, así como su experiencia cotidiana en el espacio académico permiten afirmar que la docencia demanda imaginación pedagógica que está estrechamente relacionada con la creatividad e innovación del docente para agregar valor a la educación. Es precisamente el discernimiento y la perseverancia de Enmanuel Mongalo y Rubio la que persiste en su quehacer.

Lic. Beymar Leiva/ Comunicación CNU.

Fotos:
Comisión de comunicación URACCAN/ Chorly Marin y Judith Robleto
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